No es lo mismo elegir un vestuario para ir a trabajar que un vestuario para ir a una boda. Cada ocasión requiere que se vista de una forma determinada.
Es importante resaltar, sobre todo para determinados eventos como una boda, una entrega de premios, etcétera, que no se suele vestir de la misma manera durante el día que por la noche.
Dentro de la libertad de elección entre decenas de posibilidades, la comodidad debe ser un criterio a tener en cuenta. El lema "hay que sufrir para presumir" no es cierto. Hay prendas muy cómodas sin por ello perder su elegancia o calidad.